Sigfrid

Mientras se prepara Benja para grabar la batería del nuevo sencillo, estamos todos sentados platicando cuando nos entra la curiosidad de saber de la historia de Sigfrid en la música:

- Tengo una imagen muy clara de cuando estaba muy chiquito que invitaba a mis amigos a mi casa a jugar a ser músicos. A uno le daba una escoba como guitarra, a otro le daba el trapeador para que tocara la otra guitarra y yo agarraba un palo de madera con forma de micrófono que se usaba para revolver los frijoles. ¡Hacíamos el show de nuestras vidas! Me gustaba aprenderme los pasos be los bailes en los videos de N’Sync, me sabía de memoria It’s gonna be me jajajajajajaja. En fin…

Mi papá siempre ha tocado la guitarra entonces, cuando estaba como en sexto de primaria, un día la agarré, vi como se tocaban unos acordes para una canción que me gustaba, entré a un concurso de canto y perdí jajajajaja pero ahí empezó esa curiosidad por la guitarra y la música más a fondo. Empecé a experimentar, a escuchar cosas nuevas, cosas “del diablo” como diría mi mamá. A las pocas semanas empecé clases de guitarra y después de dos años las dejé para seguir aprendiendo por mi cuenta. Yo y unos amigos formamos una banda en la que sólo tocábamos covers. Nos presentamos varias veces en nuestra escuela, en unos eventos locales, estuvimos juntos mucho tiempo pero nunca llegamos a nada. Mis papás siempre me decían “haz una canción” pero en ese momento era muy inseguro y no confiaba en mi capacidad para hacerlo.

Cuando llegó el momento de decidir qué carrera tenía que estudiar la verdad es que yo no sabía lo que quería. La música me daba miedo y no lo veía como una opción de carrera porque es muy difícil y bla bla bla. Entonces, por inseguridad, me metí a estudiar finanzas porque todo el mundo estudiaba cosas de negocios. ¡Error garrafal! Al entrar a la carrera me alejo de la música por unos tres años. No voy a conciertos, no exploro nueva música, escucho lo mismo y lo peor es que dejé la guitarra. Hasta que entré a un ensamble en el cual logré ganarme un pequeño solo de 30 segundos de fama. Pero esos 30 segundos me hicieron recordar lo que se siente el privilegio de estar en un escenario, lo que se siente antes de subir al escenario, los gritos, la vibración de la música en mi cuerpo. Al terminar ese ensamble pensé: “Esto es lo que quiero hacer en mi vida”.

Empecé a componer, empecé a buscar músicos, aprendí a tocar el piano, me metí a clases de teatro para tener presencia escénica, cambié de ciudad por cuarta vez hasta regresar a Hermosillo y conocer, por azares del destino, a los que ahora son mis hermanos de ALITER.

Mi música favorita siempre ha sido el rock. Empecé con Maná principalmente gracias a mi papá. Enanitos Verdes, Guns and Roses, Panda, Sum 41, Metallica, Limp Bizkit, Linkin Park, Green Day, The Offspring, 30 Seconds to Mars! Pink Floyd, AC/DC, Bon Jovi, Hinder, Nickelback (sí, Nickelback) y me gustaba mucho el género Psycho.

Ah… y State Of Shock: If I had my money honey would you love me love me love me if I wasn’t just somebody like me! - canta haciendo mímicas y expresiones faciales -.

Y Creed: Can you take me higher!? Tiwniwni tiruriiii - toca su air guitar - ¡Rolón!

Y Staind.

Y así… -